Reproduzco aquí el artículo del Día de Cuenca de 7 de Diciembre de 2008 (exacto: dos semanas de retraso) en el que se recoge la crónica realizada por Ana López Atienza de la visita que nos hicieron los miembros de la Asociación Montalcón, que ya recogimos en el blog.
Actividades juveniles en Villar de Domingo García |
07-DICIEMBRE-2008. PROVINCIA |
Patrocinado por la Federación de Deportes de Castilla-La Mancha (FDMCM) y la Junta de Comunidades, en la localidad de Villar de Domingo García, “Montalcón” (Club de Montaña de la Alcarria Conquense) organizó un campamento juvenil al que asistieron deportistas de los clubes “Dolomía” y “Montalcón” de Cuevas de Velasco, Villarejo del Espartal, Titulcia, Torrejón de la Calzada, Leganés, Madrid y Cuenca, así como del municipio de acogida. La recepción de campistas se realizó en el Ayuntamiento, lugar desde donde partió la marcha senderista dirigida por el alcalde de El Villar, Javier Parrilla, y por el jefe de marchas de Montalcón, Jose Martín; cerraban la marcha Ana López y Beatriz Mohedano, presidenta y vicepresidenta de Montalcón, que se encargaron de acompañar a los senderistas más rezagados. INICIO DE LA MARCHA Antes de iniciar la marcha y sobre la fuente de la plaza del pueblo, Aida Rubiales, de Montalcón, leyó el poema de Federico Muelas, A Cuenca: “Si vas a Cuenca, viajero, pisa despacio en mi tierra, que es un mosaico de España con Alcarria, Mancha y Sierra...”, invitando así a los participantes a apreciar el suelo por el que iban a caminar. Los participantes, con edades comprendidas entre los 70 años y los 2 de Adriana o los 5 de Claudia, pero todos juveniles de cuerpo y espíritu, disfrutaron de un día estupendo, soleado y con algo de viento, que colaboró a dejar una atmósfera limpia en un paisaje diáfano de bello colorido. El recorrido comenzó en la plaza y salió por la fábrica de harinas, cruzando el cauce del río Guadamejud para tomar el sendero, cuya señalización realizaron el 25 de octubre miembros de Montalcón acompañados por el alcalde. Las señales son blancas y amarilllas y corresponden a un P.R. o pequeño recorrido. Los senderistas dejamos a nuestra derecha el cerro Molino de Viento, a 991 m de altitud, y a la izquierda el de Ribagorda, a 931 m, con restos prerromanos. Nuestro camino se aproxima a la Casa del Carrascalejo, que dejamos a la derecha, y llegamos a Villalvilla, población romana y luego árabe, hoy abandonada, sobre suelos del albiense. Cruzando la carretera llegamos a Sacedoncillo, que ha rehabilitado algunas casas y conserva en pie la iglesia de San Blas. Bordeamos la cerca que protege la fauna de caza mayor (jabalíes, corzos y ciervos) de la carretera N-320, hasta llegar al yacimiento arqueológico que alberga un mosaico tardorromano con representaciones de la mitología griega, como el rapto de Helena o el séquito de Dionisos, hallados en estado óptimo y con poca incursión del arado, a pesar de haber permanecido siglos bajo un campo de cultivo. La explicación del mosaico la llevó a cabo Iván González Ballesteros, de El Villar, experto estudioso y trabajador del yacimiento. Terminamos nuestra marcha de unos 12 km, que ha discurrido por un sendero de suaves ondulaciones a una altitud media de unos 1.000 m, en Noheda, pórtico de la Alcarria viniendo desde Cuenca, debajo del cerro del Castrillejo, a 1.026 m, hábitat ibérico. El alcalde de El Villar invitó a todos los senderistas a unas gachas de matanza con vino y torreznos, fruta y exquisitas rosquillas, elaboradas con todo el cariño por las trabajadoras de la casa tutelada de El Villar. Desde aquí les damos las gracias. Fin de jornada Los coches de apoyo recogieron a los senderistas para regresar a El Villar, donde el Club Montalcón ofreció una cena a los participantes en la marcha, en el bar de la Plaza, a base de productos autóctonos que siempre viene bien degustar, chuletas a la brasa, postres y alajú. En el puesto de honor, el alcalde Javier Parrilla, alcalde de pro donde los haya, que vela por el futuro de su municipio. Los senderistas de los pueblos próximos y de Cuenca regresaron a sus hogares y el resto se alojó en El Villar y en casas rurales de la zona, incluida Valdecañas. Al día siguiente, una visita de la localidad y una pequeña marcha por la Sierra de Bascuñana ponen el broche de oro al campamento juvenil. |
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