El
jugador de San Andrés recibió el Cap Honorífico. Fue la primera vez que
la Unión entregó este premio. Pueta nació con una malformación
congénita y, a pesar de ello, juega al rugby en una sola pierna. Un
ejemplo de amor por el deporte
Por primera vez la Unión de Rugby de Buenos Aires entregó su Cap
Honorífico, que fue otorgado al jugador de San Andrés, Nicolás Pueta,
quien lo recibió de manos del presidente de la URBA, Néstor Galán y del
"Chori" Senillosa. Pueta había sido galardonado en la RWC 2007 en
Francia con el prestigioso Premio IRB al Espíritu del Rugby.
El ejemplo de Nicolás Pueta ennoblece al rugby y su espíritu de involucrar a todos sin distinción alguna de tamaño, altura o peso, ya que siempre hay lugar para todos. Tercera línea del Club San Andrés, nació hace 25 años con una malformación congénita, por lo que para jugar, salta en una de sus piernas durante los 80 minutos. Desde su adolescencia, cuando los médicos le dijeron que no podía practicar rugby, Nicolás derribó todas las barreras e impedimentos, y hoy deleita con su fanatismo desde cualquier cancha de rugby de Buenos Aires. Su historia es tan impresionante que en 2007, el International Rugby Board lo destacó con su Premio al Espíritu del Rugby, que le entregó en el cierre de la Copa del Mundo Francia 2007, siendo aplaudido de pie durante varios minutos por las mayores figuras del rugby mundial. Tras regresar al país después de casi un año en el extranjero, lo primero que hizo fue volver a ponerse la azul de San Andrés, confirmando su amor por nuestro deporte. Por todas esas cosas la URBA lo destaca con el Cap Honorífico, por representar todo lo bueno que el rugby significa. |
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