La hija regresa
a casa después de años de haberse ido. Llora desconsoladamente, pues sabe que a su familia, muy
católica y de misa, no le va a gustar lo que les tiene que
decir.
Su padre le pregunta: ¿Donde estuviste tanto tiempo, sin siquiera escribir? desgraciada! ¡No sabes cuanto ha sufrido tu madre!
- Perdón, papá, pero es que me he vuelto prostituta...
- ¿Como? ¿Que? ¡Lárgate inmediatamente de esta casa!
-¡Desvergonzada, inmoral, perversa... mala hija!.
Sabes
perfectamente que en nuestra casa somos católicos practicantes!
Sinvergüenza, no te quiero volver a ver...!
Si Papá, ya me
voy... lo siento, te comprendo, sabia que Ustedes no me aceptarian y solo
vine a dejarle a mamá este abrigo de mink y a darle las
escrituras de una casa en la Riviera Francesa ,
una cuenta de
$500.000 dólares para los estudios de mi hermano
y a ti papito, este reloj Rolex con diamantes y también a
entregarte estas llaves de un Porche Turbo Ultimo modelo, que está
afuera en la puerta...
Hijita, ¿En que
dijiste que te has convertido?
En prostituta, papá.
En prostituta, papá.
¡Uf! Que susto, había entendido ¡Protestante!, pasa,
cariño, pasa.....
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