Llegan representantes del Kentucky Fried Chicken al Vaticano para entrevistarse
con el Papa y le dicen:
-Le ofrecemos diez mil millones de dolares si firma un contrato para cambiar el
Padre Nuestro para que en lugar de decir danos hoy el pan nuestro cada día diga
danos hoy el pollo nuestro de cada día
El Papa, indignado, les dice que eso no es posible. Los de Kentucky Fried Chicken
le ofrecen el doble, veinte mil millones de dolares, pero el Papa insiste que eso
no es posible. Los de KFC siguen incrementando la oferta hasta llegar a CIEN mil
millones de dolares y agregan:
-Es una gran oportunidad, imagínese las obras buenas que podrán hacer con ese
dinero y lo único que tiene que hacer es cambiar el Padre Nuestro para que diga
danos hoy el pollo nuestro de cada día.
El Papa un poco turbado abandona la sala de la entrevista para dirigirse su
despacho privado, en donde toma el teléfono rojo que le comunica al Cielo:
-Hola San Pedro, ¿me puedes pasar al Jefe?
-El Señor esta ocupado. ¿Que necesitas?
-Pedro, ¿me podrías mirar cuando nos vence el contrato con Bimbo?
Por aquellas frescas noches de verano amenizadas con largas chácharas en un banco...
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