Un cura castellano va destinado a una parroquia de Cataluña. En el sermón del domingo se expresa así: - Amados feligreses; hoy vamos hablar de Adán y Eva y lo que les ocurrió en el Paraíso. Tenemos en primer lugar a Adán, hombre honrado, noble, sincero y bueno como no podía ser de otra forma dado que era "Castellano"... A su lado tenemos a Eva, mujer pérfida, envidiosa, avara y traidora...claro, normal, puesto que era "Catalana". Los feligreses, cabreados, se largan de la iglesia y al día siguiente van a presentar sus quejas al Obispo, el cual manda llamar al cura y le amonesta severamente, prohibiéndole que en futuros discursos no haga mas menciones de Catalanes y Castellanos.. Llega el siguiente Domingo y el cura empieza un nuevo sermón: - Amados feligreses hoy vamos hablar de Caín y Abel. Tenemos en primer lugar Abel, un ser sano, inocente y puro, un buenazo lleno de virtudes...que por cierto era hijo de Segovia... Por el contrario, su hermano Caí...
Por aquellas frescas noches de verano amenizadas con largas chácharas en un banco...