En los últimos tiempos los árboles monumentales y bosques de especial interés, están soportando una presión acentuada a causa de la curiosidad y la creciente atención que merecen. Sin embargo, este legítimo interés pone en grave peligro a corto plazo a unos seres y ecosistemas de incalculable valor que han llegado hasta nosotros -en no pocas ocasiones- por encontrarse en lugares inaccesibles o poco conocidos. Urge regular del modo más preciso y exigente, las visitas guiadas a estos verdaderos santuarios de la vida silvestre. La proliferación de malas prácticas en este sentido, ha llevado a los abajo firmantes, personas y asociaciones comprometidas con el estudio, la gestión y conservación de estos árboles y arboledas monumentales (incluidas o no en figuras de protección oficiales) a elaborar un decálogo ético que sirva de guía para evitar la pérdida o menoscabo de este patrimonio. Al margen de los árboles monumentales en plazas, parques e iglesias, en cercanías de los pueblos y lugares
Por aquellas frescas noches de verano amenizadas con largas chácharas en un banco...
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