... la ABSTENCIÓN. No vayáis a votar. Que les quede claro a estos politicastros que estamos hartos de su incompetencia, de su despilfarro, de su parasitismo. ¿Habéis seguido la campaña? ¿se ha llegado a hacer referencia en algún momento a Europa o se han enfocado como una especie de proto-generales? En fin, que lo mejor que podemos hacer es mostrarles nuestro más absoluto desprecio. Además, seguro que tenéis que hacer mil cosas más importantes que hacer de verdad que ir a elegir a los próximos parásitos del tingladillo de Bruselas. Os dejo con un artículo (vía Las Clases Medias) del brillante Enrique de Diego en el que se incide en el asunto.
Abstención como castigo a la casta parasitaria
Clases Medias.- La gran ganadora de las elecciones europeas puede ser la abstención. Una parte será técnica, pero otra política: de rechazo al Parlamento europeo, a la burocracia de Bruselas y también a la falta de conexión de los partidos con la realidad nacional. Esa es la abstención por la que está haciendo campaña en toda España la Plataforma de las Clases Medias.
La abstención puede ser, según la Plataforma, el voto de castigo que abra un debate regeneracionista del modelo político español. Para la Plataforma, es grave que Zapatero utilice el Falcon, pero es mucho más grave que todos los viajes de todos los políticos los paguen los contribuyentes.
En este sentido, cada voto emitido representará un 1,22 euros que recaerán sobre el contribuyente, en lo que la Plataforma entiende como una grave degeneración de la democracia que está en la base de la crisis.
Entre la indiferencia general, y con un bajísimo nivel de debate, la campaña electoral de las europeas se está, notoriamente, moviendo en clave nacional.
Aunque la propuesta a favor de la abstención de la Plataforma de las Clases Medias se basa en sólidos criterios europeístas –el Parlamento europeo debe ser cerrado, es preciso volver a una Europa desburocratizada como establecía en el Tratado de Roma, es una indignidad votar a fraudulentos representantes que se han dotado del privilegio de cobrar libre de impuestos- tiene también un importante mensaje en clave nacional: se trata de un castigo a la casta parasitaria, a la degeneración de la clase política en lobby de políticos profesionales, sus familias y sus redes clientelares.
Una elevada abstención, por encima de la técnica, y de la habitual en las elecciones europeas, mostrará el rechazo de la sociedad civil a las malas prácticas de las manos muertas políticas y la necesidad de abrir el debate sobre las reformas de fondo necesarias para que las clases medias y España como sociedad abierta sobrevivan.
Resultan comprensibles las posturas de quienes consideran que ese rechazo ha de mostrarse a través del voto en blanco, de los que consideran que se puede castigar a las formaciones mayoritarios votando a partidos minoritarios y de quienes apuestan por centrar su voto en el castigo a Zapatero concentrándolo en el PP.
La postura de la Plataforma de las Clases Medias va más allá: reclama, de manera ambiciosa, la apertura de un proceso regeneracionista, considera que Zapatero es el efecto de nuestros males, que no es cuestión de alternancia sino de alternativa. La de la Plataforma es una abstención consciente, racional y regeneracionista.
La abstención puede ser, según la Plataforma, el voto de castigo que abra un debate regeneracionista del modelo político español. Para la Plataforma, es grave que Zapatero utilice el Falcon, pero es mucho más grave que todos los viajes de todos los políticos los paguen los contribuyentes.
En este sentido, cada voto emitido representará un 1,22 euros que recaerán sobre el contribuyente, en lo que la Plataforma entiende como una grave degeneración de la democracia que está en la base de la crisis.
Entre la indiferencia general, y con un bajísimo nivel de debate, la campaña electoral de las europeas se está, notoriamente, moviendo en clave nacional.
Aunque la propuesta a favor de la abstención de la Plataforma de las Clases Medias se basa en sólidos criterios europeístas –el Parlamento europeo debe ser cerrado, es preciso volver a una Europa desburocratizada como establecía en el Tratado de Roma, es una indignidad votar a fraudulentos representantes que se han dotado del privilegio de cobrar libre de impuestos- tiene también un importante mensaje en clave nacional: se trata de un castigo a la casta parasitaria, a la degeneración de la clase política en lobby de políticos profesionales, sus familias y sus redes clientelares.
Una elevada abstención, por encima de la técnica, y de la habitual en las elecciones europeas, mostrará el rechazo de la sociedad civil a las malas prácticas de las manos muertas políticas y la necesidad de abrir el debate sobre las reformas de fondo necesarias para que las clases medias y España como sociedad abierta sobrevivan.
Resultan comprensibles las posturas de quienes consideran que ese rechazo ha de mostrarse a través del voto en blanco, de los que consideran que se puede castigar a las formaciones mayoritarios votando a partidos minoritarios y de quienes apuestan por centrar su voto en el castigo a Zapatero concentrándolo en el PP.
La postura de la Plataforma de las Clases Medias va más allá: reclama, de manera ambiciosa, la apertura de un proceso regeneracionista, considera que Zapatero es el efecto de nuestros males, que no es cuestión de alternancia sino de alternativa. La de la Plataforma es una abstención consciente, racional y regeneracionista.
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